La Luna: "Un mundo cómplice"
La Luna: Un mundo cómplice.
“La belleza de las noches de la Luna ha ejercido una influencia manifiesta en la historia de la humanidad. Existe un sentimiento muy especial hacia la luna, que despierta romanticismo y que la ha hecho protagonista de poesías y canciones de la mayoría de las culturas que poblaron la Tierra.”
La Luna es el astro más cercano a la Tierra, se encuentra a una distancia media de 384.000 km y su diámetro es de 3.480 km. Presenta una masa bastante menor que la de la Tierra y la fuerza de gravedad de la superficie lunar es seis veces más débil que en la Tierra.
La Luna no presenta atmosfera, es un mundo inhóspito con temperaturas extremas de 120° C durante el día y 100° C bajo cero por las noches. Al no existir aire, no hay brisa, ni viento ni una capa de ozono que detenga la radiación de alta energía que libera el Sol.
La Luna tiene rotación sincrónica, significa que realiza un giro sobre su eje en el mismo tiempo que completa una traslación en torno a la Tierra. Como consecuencia la Luna siempre muestra el mismo hemisferio hacia nuestro planeta, al que llamamos cara visible. La cara oculta de la Luna permaneció invisible a los observadores terrestres hasta que los satélites soviéticos giraron por primera vez alrededor de la Luna.
La superficie lunar es seca debido a la ausencia de agua en estado líquido. Carente de atmosfera, en la luna no se producen los fenómenos meteorológicos asociados a la humedad como la nubosidad, las precipitaciones liquidas o sólidas. La ausencia de agua y atmosfera determina que no exista erosión, salvo a la producida por la caída de meteoroides.
La corteza lunar no está dividida en placas y, como consecuencia, la luna no presenta movimientos tectónicos. Mientras la Tierra tiene una corteza activa, produciéndose desplazamientos de placas, terremotos y erupciones volcánicas; la corteza de la luna ha permanecido prácticamente inalterada por miles de millones de años.
A lo largo de la historia del hombre se propusieron distintas teorías sobre el origen de la Luna: a) que un cuerpo constituido fue atrapado por el cambio gravitatorio de la Tierra. B) Que la Tierra se formó simultáneamente con ella, como un planeta binario. C) Que parte de la materia del manto terrestre origino a nuestro satélite. Estas hipótesis se abandonaron porque ninguna de ellas pudo explicar algunos aspectos singulares del sistema Tierra-Luna, como por ejemplo las características particulares de la órbita lunar o la diferente composición química de las rocas terrestres y las lunares.
Los modelos actuales suponen que un cuerpo celeste de tamaño similar al planeta Marte chocó contra la Tierra hace 4.500 millones de años. El impacto habría desintegrado al cuerpo y una parte de su núcleo metálico se mezcló con la corteza terrestre. El resto quedo en órbita alrededor de la Tierra con el aspecto de un disco y constituido por fragmentos de roca. Una pequeña cantidad de materia del manto terrestre se desprendió al espacio, mezclándose con las rocas de ese disco. De él, tiempo después, se formó la Luna.
En su origen nuestro satélite se encontraba más cerca de la Tierra que en la actualidad. Cálculos recientes demuestran que se aleja a razón de unos 4 centímetros por año, determinando que la rotación terrestre se enlentezca a razón de aproximadamente 1 segundo por siglo.
La superficie de la Luna presenta una enorme cantidad de cráteres producidos por los impactos meteóricos que recibió a lo largo de su historia. Un cráter consta de una pared circular, llamada circo, dentro de la cual se encuentra una planicie. La mayoría de los cráteres tienen un montículo en su centro. Los cráteres se han mantenido inalterados debido a la ausencia de agentes erosivos.
Las regiones de coloración gris que se observa en el disco lunar a simple vista, se denominan “mares”, aunque no contengan agua. Son grandes llanuras cubiertas por lava basáltica solidificada. Estas planicies se crearon por impactos de gigantescos meteoritos que fundieron la corteza en la región donde impactaron y derramaron el magma sobre la superficie.
Las cordilleras lunares tienen forma circular porque se formaron como consecuencia del impacto de meteoritos muy grandes. En ellas, las montañas más elevadas poseen alturas similares a las más altas de la Tierra y son de color blanquecino por su constitución casi exclusiva de feldespatos.
Las cuencas son las llanuras que se encuentran en el interior de los cráteres grandes y que están rodeadas por cadenas montañosas circulares.
Texto extraído y modificado de: Moreira, M. De Álava. Astrolabio. Astronomía 4° año (1°B.D). Ed. Contexto. Año 2009.
ACTIVIDAD SEGÚN EL VIDEO ANTERIOR Y EL TEXTO:
1) Extrae del texto las principales características de la Luna.
2) ¿Cuál es la causa por la cual la Luna siempre nos muestra la misma cara?
3) ¿A qué se debe que la Luna tenga temperaturas extremas?
4) ¿Cómo se originó la Luna?
5) Realiza un cuadro comparativo diferenciando características de la Luna y del Planeta Tierra.
6) Explica que son las fases lunares y cómo se producen. Ordena con tu equipo las distintas imágenes de las Fases lunares que te proporciona el profesor.
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